En
toda historia hay un héroe y un villano. El héroe o la heroína encarnan los
valores más elevados, la valentía, el arrojo, la justicia.
El
héroe lucha por llegar a la verdad y no quiere nada para sí, lo hace por los
demás.
Al
héroe se le exige que sea perfecto, sin fallos, porque los fallos lo convierten
en un hombre común, y un héroe no es un hombre común.
Un
héroe nunca se debe rendir, debe estar preparado para afrontar cualquier
peligro, cualquier decepción, cualquier derrota, pero un héroe nunca puede
abandonar su lucha. El héroe pelea hasta el final, y de ser necesario el héroe
debe sacrificarse.
El
héroe tiene que estar dispuesto a perder su propia vida para poder salvar la
vida de los demás. Ponerse en el lugar del otro, sentir lo que siente,
sacrificarse por el otro, eso hace un héroe.
Todos
queremos sobrevivir, pero pocos dan su vida por la de los otros. En esa hazaña
está el sacrificio. En ese sacrificio está el camino del héroe. El héroe
sacrifica la vida por el otro, porque sabe que sin el otro su vida no vale
nada.
Pero
el valor del héroe no está en la hazaña que realiza, sino en el sentimiento que
lo moviliza. El héroe se sacrifica por amor. Por amor el héroe transita su
camino, y quiera o no se hará cargo de su destino, porque lo sepa o no, él ya
eligió y fue elegido para ese camino… sacrificarse por amor.
Que bonito..Y esque ahi veces que dariamos nuestra vida por otra persona sin pensarlo..:) besos
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